Son las 01:07 am del dia jueves 4 de enero de 2011. Ha pasado casi una semana del acontecimiento más importante que ha marcado mi vida en este maravilloso viaje. El nacimiento de mi hija, Dominga. Recuerdo lo nervioso que me encontraba meses antes de que naciera. Desde que supe que hibamos a ser padres con la cami no dudé en ningún momento la oportunidad de construir familia, sólo recuerdo aquel episodio como el bálsamo de sanación para todos mis males..... si he de tener un hijo, que dios se encargué de enviármela sanita.... lo demás, será mi tarea.
Todos los días junto a camila, realizabamos los ejercicios pertinentes y colaborábamos para que la niña que crecia en su vientre lograra tener una buen crecimiento. Desde fotografías que mostraran el aumento dia a dia, hasta los masajes para eliminar la apraición de estrías.
Algunos dias motivados por otros estímulos, colocábamos musica en su guatita, intentándo conectarnos con nuestra hija...... no puedo dejar de pensar en esos pequeños ritos y me inunda una emoción maravillosa. Los adultos siempre tuvieron la razón, a los niños hay que amarlos en cada momento por que el tiempo pasará y no se detendrá.
Hoy somos 3 vidas, 3 platos con 3 servicios, 3 tazones para tomar un rico desayuno, 3 bicicletas para subir al cerro y visitar a la virgen, 3 escusas para visitar a nuestros amigos y vecinos, 3 abrazos para despedir la hospitalidad, 3 maneras de sonreirle al mundo, 3 motivos para alejar para siempre las crisis de pánico, 3 entradas al cine a ver una pelicula de dibujos animados, 3 compañeros en un atardecer en cualquier playa de Chile, 3 aplausos para los malabaristas del circo de Lolol, 3 ingredientes para seguir viviendo.
Observo detenidamente a la Dominga, y pienso en la maravillosa creación de la vida y me siento profundamente bendecido. Son las 01:47 am del dia jueves 4 de enero de 2011. Han pasado 7 dias del nacimiento de mi primera hija y desde ese dia yo Claudio Alejandro Ruiz Burgos he vuelto a nacer.
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