Cuando Jorge comenzó a subir el tono de la discusión no me había percatado que entre sus brazos estaba la Dominga. Fúe un momento muy intenso y por supuesto que muy incómodo.
Mi madre como de costumbre intentaba bajarle el perfil a la conversación mientras el jota y yo observabamos con respeto el desenlace de las palabras. Camila me miraba y contenía su rostro e incomodidad al igual que la nechi. Me sentí muy podrido por que las cosas que se mencionaban no eran para compartirlas en una hermosa tarde de dia domingo.
Pareciera que los años no habian pasado. Ver a mi madre en un estado de catarsis negativa me recordaba que esos 20 años llegaron en un cerrar de ojos.
Con Jorge nos habiamos cuestionado hace un tiempo a trás lo que él sentia producto de todas sus necesidad y carencias emocionales... pero nunca imaginé que queria resolver temas pendientes en ese minuto.
Yo pensaba que era necesario hasta cierto punto, pero cueando me di cuenta que la cosa se escaba de las manos ya no habia vuelta a trás......... lo único que le pedia a dios era que al final debiamos dejar oda la mierda ahi y no quedarse con nada en el los corazones.... los minutos pasaban y pensaba si era necesario que la abuela nos permitiera momentos en donde ella era la principal motivación y referente de que mi madre fuese como es.
Pasaron todas las energías y fluyeron llantos de corazón. Las miradas no se contenían por la cantidad de lágrimas que todos teniamos en ese minuto. Lo abrazos no se hicieron esperar y llegó el momento del perdón. Fué maravilloso... saber que tenemos siempre ese minuto para hacercarnos pase lo que pase, sea lo que sea,, como decia manu,, proxima estación esperanza.
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